La fibra es importante para la buena salud. El consumo inadecuado de fibra puede conducir al estreñimiento y a otros problemas gastrointestinales. Las dietas más altas en fibra reducen el riesgo de las enfermedades del corazón, diabetes tipo 2, y algunas formas de cáncer (Dahl and Stewart 2015) y podrían ser beneficiosas en el tratamiento de algunas enfermedades crónicas (Dahl et al. 2016). Aunque la fibra se encuentra en todos los alimentos de origen vegetal como las frutas, los vegetales, los frijoles, los granos, las nueces y las semillas, la mayoría de las personas en los Estados Unidos no consumen suficiente fibra (Reicks et al. 2014). El consumo de fibra recomendado se muestra en la Tabla 1.
¿Las personas con problemas para tragar consumen suficiente fibra?
Las personas con problemas para tragar que requieren una dieta a base de puré podrían no cumplir con el consumo recomendado de fibra. Estudios han demostrado que los residentes de centros de cuidado prolongado consumen cantidades bajas de fibra, en un rango de 10-16 g de fibra por día (Lengyel, Whiting, and Zello 2008; Fosnes, Lydersen, and Farup 2012; Volkert and Schrader 2013). El consumo de fibra de aquellas personas que se alimentan con dietas de puré (Germain, Dufresne, and Gray-Donald 2006) es similar al consumo de la población general de los Estados Unidos (Reicks et al. 2014).
Muchos alimentos en puré contienen naturalmente la fibra dietética. Los purés de frijoles, arvejas y lentejas son buenas fuentes de fibra. Por ejemplo, una servida de un ¼ de taza de humus, preparado de puré de garbanzos proporciona 2,5 g de fibra. Las frutas en puré y los vegetales en puré son también fuentes de fibra, una porción de ½ taza proporciona, en promedio, cerca de 2 g de fibra. Cocinar no cambia la cantidad de fibra en los alimentos; los vegetales que son cocidos y luego hechos puré contienen la misma cantidad de fibra que las verduras crudas. La Tabla 2 muestra el contenido de fibra de algunos alimentos que comúnmente son hechos puré. Los productos de origen animal, como los lácteos, carnes, pescados, pollo y los huevos no contienen fibra natural.
¿Cómo se logra una dieta en puré alta en fibra?
Las dietas hechas en puré se pueden planificar para lograr las recomendaciones al elegir alimentos en puré con mayor cantidad de fibra. Vea en la Tabla 3 de este documento un ejemplo de un menú en puré. Alternativamente, el contenido de fibra de los alimentos en puré que se preparan en casa o en una familia o en un centro de cuidado de larga estancia se puede aumentar añadiendo ingredientes de fibra.
Hay una variedad de ingredientes de fibra disponibles que pueden ser añadidos a los alimentos en puré. La fibra pude ser soluble o insoluble. Las fibras solubles se disuelven en el agua. Estos ingredientes de fibra se pueden mezclar fácilmente en las bebidas y la mayoría tienen poco o ningún efecto en el sabor. Ya que los alimentos en puré son altos en agua (refiérase a Los alimentos en puré, bebidas espesas y las necesidades de agua), las fibras solubles se pueden añadir fácilmente a la mayoría de los alimentos en puré.
Ejemplos de ingredientes de fibra soluble incluyen:
- La fibra de la raíz de achicoria (también llamada inulina, oligofructosa)
- Fructooligosacáridos
- Dextrina de maíz
- Goma guar hidrolizada
- Fibra de soya
- Fibra de la remolacha azucarera
- Dextrina de trigo
Las fibras insolubles también se pueden añadir a algunos alimentos en puré, en particular a aquellos cereales con textura de puré. Por ejemplo, el nivel de fibra en la papilla de avena puede ser mejorada al añadir fibra. Los purés de carne y los purés de pescado son otras buenas opciones para añadir la fibra insoluble, ya que la textura y el sabor de los purés de carne y de pescado tienden a enmascarar la fibra añadida. Los ejemplos de ingredientes de fibra insoluble incluyen:
- La fibra de bambú
- Celulosa
- Salvado de maíz
- La fibra de algodón
- La cáscara de avena
- La fibra de la cáscara del guisante
- El salvado de arroz
- La fibra de la caña de azúcar
- El salvado de trigo (finamente molido)
¿Cuáles ingredientes de fibra son los mejores?
Si la prevención del estreñimiento es la meta, las fibras insolubles son la mejor opción. Las fibras insolubles trabajan en aumentar el volumen de las heces. Aunque muchas fibras solubles han demostrado tener algún efecto en el aumento del volumen de las heces, se requiere un consumo mayor de la fibra para su efecto—el salvado o la fibra de cáscara puede aumentar el volumen de las heces mucho más que lo que lo aumentaría la fibra soluble (Cummings 2001).
Si el objetivo es un efecto prebiótico, una fibra soluble como la fibra de la raíz de achicoria es la mejor opción. Las fibras prebióticas promueven el crecimiento de las que son consideradas bacterias buenas en el colon y pueden mejorar la salud y el bienestar (Roberfroid et al. 2010)
Si el objetivo es reducir el colesterol y la glucosa en la sangre, como para las personas con diabetes, las fibras viscosas funcionan mejor. Estas fibras, cuando se añaden al agua o cuando se comen, provocan espesamiento. Es esta viscosidad o espesamiento lo que funciona mejor para reducir el colesterol y la glucosa en la sangre. Sin embargo, estas fibras, cuando son añadidas a un alimento en puré, harán que el alimento se vuelva demasiado espeso (y muy pegajoso) para una deglución segura y no debería ser usado. Un ejemplo de la fibra viscosa es la psylium. La psylium promueve un riesgo muy serio de asfixia para aquellos con problemas de tragar y no es recomendada (NIH n.d.). En su lugar, un alimento tal como la harina de avena, hecha de avena finamente molida que contiene fibra viscosa de manera natural, se podría incluir en la dieta de purés.
¿Cuánta fibra hay que añadir a los alimentos en puré?
El añadir de 10 a 15 g de fibra por día a una dieta de puré puede ayudar a quienes consumen esta dieta a lograr el consumo de fibra recomendado. Sin embargo, el añadir tan solo 4 g de fibra por día a un menú de un centro de cuidado prolongado ha demostrado resultar en una mejora en la función intestinal, particularmente en aquellos con estreñimiento (Dahl et al. 2003). La tabla 3 presenta datos acerca de un menú de puré con alto contenido de fibra junto a un menú bajo en fibra con o sin fortificación con fibra.
El contenido de fibra dietética del menú de alto contenido de fibra de puré (ver las tablas) es de aproximadamente 34 g, superando las recomendaciones para los hombres y las mujeres mayores. El menú típico de puré bajo en fibra solo provee 12 g de fibra. Sustituir el yogur y el pudín con productos comerciales similares que contengan fibra añadida, así como también la fortificación de tres alimentos con 7 g adicionales de ingredientes de fibra insoluble, eleva el nivel de fibra del menú hasta cerca de 25 g.
El tipo y la cantidad de fibra añadida a un alimento en puré pueden afectar su aceptabilidad al cambiar su sabor y su textura. Es importante asegurarse de que todos los alimentos fortificados con fibra sean probados en su aceptabilidad de sabor. Refiérase a https://edis.ifas.ufl.edu/fs216, una guía para evaluar la aceptabilidad de los alimentos.
¿Dónde puedo conseguir más información?
El Agente de los Servicios de Ciencias de Familia y del Consumidor (FCS) en la oficina de Extensión de su condado puede tener más información escrita y clases de nutrición para que usted asista. Además, un dietista nutricionista registrado (RND) puede proporcionarle información confiable.
Referencias
Cummings, J. H. 2001. "The Effect of Dietary Fiber on Fecal Weight and Composition." In CRC Handbook of Dietary Fiber in Human Nutrition, edited by G.A. Spiller, 183–241. Boca Raton, FL: CRC Press.
Dahl, Wendy J., and Maria L. Stewart. 2015. "Position of the Academy of Nutrition and Dietetics: Health Implications of Dietary Fiber." Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics 115 (11):1861–1870. doi: 10.1016/j.jand.2015.09.003.
Dahl, Wendy. J., S. J. Whiting, A. Healey, G. A. Zello, and S. L. Hildebrandt. 2003. "Increased Stool Frequency Occurs When Finely Processed Pea Hull Fiber is Added to Usual Foods Consumed by Elderly Residents in Long-Term Care." Journal of the American Dietetic Association 103 (9):1199–202. doi: 10.1053/jada.2003.50570.
Dikeman, C. L., and G. C. Fahey. 2006. "Viscosity as Related to Dietary Fiber: A Review." Critical Reviews in Food Science and Nutrition 46 (8):649–63. doi: 10.1080/10408390500511862.
Fosnes, G. S., S. Lydersen, and P. G. Farup. 2012. "Drugs and Constipation in Elderly in Nursing Homes: What is the Relation?" Gastroenterology Research and Practice 2012:290231. doi: 10.1155/2012/290231.
Germain, I., T. Dufresne, and K. Gray-Donald. 2006. "A Novel Dysphagia Diet Improves the Nutrient Intake of Institutionalized Elders." Journal of the American Dietetic Association 106 (10):1614–23. doi: 10.1016/j.jada.2006.07.008.
Lengyel, C. O., S. J. Whiting, and G. A. Zello. 2008. "Nutrient Inadequacies Among Elderly Residents of Long-Term Care Facilities." Canadian Journal of Dietetic Practice and Research 69 (2):82–8. doi: 10.3148/69.2.2008.82.
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Reicks, M., S. Jonnalagadda, A. M. Albertson, and N. Joshi. 2014. "Total Dietary Fiber Intakes in The US Population Are Related to Whole Grain Consumption: Results from The National Health and Nutrition Examination Survey 2009 to 2010." Nutrition Research 34 (3):226–34. doi: 10.1016/j.nutres.2014.01.002.
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