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“Las serpientes negras”: identificación y ecología

Steve A. Johnson y Monica E. McGarrity. Traducido por Alejandra Areingdale, Miguel Acevedo y Juan Manuel Campos Krauer

Para entender mejor las figuras y gráficas, por favor use una impresora de color.

Introducción

En el sudeste de los Estados Unidos habitan alrededor de 50 especies de serpientes (siete de las cuales son venenosas) que viven en los estados costeros del Atlántico y el Golfo, desde Luisiana hasta Carolina del Norte. Estas serpientes utilizan una variedad de hábitats desde tierras altas hasta humedales, y tienen un gran impacto en la ecología de la región. Son depredadoras, pero también presas y forman conexiones importantes en las redes tróficas.

Lamentablemente, las poblaciones de muchas especies de serpientes están declinando a nivel global. Esta disminución es en gran parte causada por la pérdida y degradación de sus hábitats, alta mortalidad en las carreteras y contaminación asociada con actividades humanas, como la agricultura. Además, la introducción de especies invasoras, enfermedades, parásitos y hasta el cambio climático, pueden tener efectos negativos en las poblaciones de serpientes. Muchas especies de serpientes también tienen que lidiar con presiones causadas por el comercio de mascotas y desinformación o falta de conocimiento.

El propósito de esta publicación es proveer información que ayude en la identificación de diferentes especies de serpientes de color negro en Florida y su ecología básica. La publicación describe siete especies incluyendo la serpiente negra por excelencia en el sureste de los Estados Unidos, la serpiente corredora del sur. Este documento fue preparado para una audiencia amplia que incluye naturalistas aficionados, particularmente aquellos interesados en serpientes, así como también el público interesado en identificar correctamente serpientes oscuras en el sureste de los Estados Unidos.

Serpientes de color negro en el sudeste

Los individuos de algunas especies de serpientes pueden verse parecidos y ser difíciles de identificar correctamente. Hay varias especies de serpientes del sudeste comúnmente llamadas “serpientes negras” por su coloración. Esto incluye la serpiente de pantano negra, la serpiente ratonera negra, la serpiente de cuello anillado, la serpiente de barro, la serpiente de pino negra, la serpiente índigo oriental y la corredora negra del sur. Las últimos dos—la índigo oriental y la corredora negra—son las especies que más se conocen como “serpientes negras”.

Los individuos de varias especies de serpientes de agua, como la serpiente de hocico de cerdo oriental y la venenosa boca de algodón, tambien pueden ser de color negro dependiendo de su edad y el hábitat donde vivan. Aqui describimos una lista de las serpientes de color negro que son comunes en el sudeste de los Estado Unidos, incluyendo información sobre su hábitat y cómo identificarlas. Se da consideración especial a la índigo oriental y la corredora negra del sur.

Serpiente de Pantano Negra (Seminatrix pygaea)

La serpiente de pantano negra vive en áreas costeras desde Carolina del Norte hasta Florida (Figura 1). Esta serpiente pequeña (10 a 15 pulgadas, o 25 a 38 centímetros) tiene las escamas lisas, el dorso negro y lustroso, y el vientre anaranjado brillante (Figura 2). Estas serpientes son las únicas asociadas a humedales: fundamentalmente en pantanos de cipreses y cerca de lagos, donde comen renacuajos, gusanos, peces pequeños, ranas y salamandras. En los Estados Unidos, muchos estados han perdido 80% de sus humedales, lo que ha resultado en una gran disminución en la abundancia de estas especies que son restringidas a estos hábitats.

Rango de distribución de las serpientes de pantano negras (mostrada en negro).
Figura 1. Rango de distribución de las serpientes de pantano negras (mostrada en negro).
Credit: Monica McGarrity, UF/IFAS

 

La serpiente de pantano mostrando su vientre de anaranjado brillante.
Figura 2. La serpiente de pantano mostrando su vientre anaranjado brillante.
Credit: Steve A. Johnson, UF/IFAS

Serpiente Ratonera Oriental (Pantherophis alleghaniensis)

La serpiente ratonera oriental varía considerablemente en color y patrón de sus escamas. La mayoría son rayadas, pero hay una variante conocida como “la ratonera negra” porque su coloración es mayormente negra. Estas serpientes son comunes en el este de los Estados Unidos, aunque la variante negra no vive en Florida (Figura 3). Esta serpiente puede ser muy grande (puede exceder los seis pies, o casi los dos metros de largo) y tiene escamas levemente crestadas (tienen una cresta elevada por el centro de cada escama). Su dorso es casi completamente negro (puntos de un color blanquecino se pueden ver a través del negro), mientras que su mentón y vientre tienen muchas marcas blancas (Figura 4). Son trepadoras excelentes y viven en una gran variedad de hábitats, desde los bosques de pinos hasta los campos agrícolas. Se alimenta principalmente de roedores, aves y huevos de aves.

Rango de distribución de la serpiente ratonera oriental (variante de color negro) (Pantherophis alleghaniensis).
Figura 3. Rango de distribución de la serpiente ratonera oriental (variante de color negro) (Pantherophis alleghaniensis).
Credit: Monica McGarrity, UF/IFAS

 

La serpiente ratonera negra mostrando el blanco de su mentón, vientre, y lado dorsal.
Figura 4. La serpiente ratonera negra mostrando el blanco de su mentón, vientre y lado dorsal.
Credit: Steve A. Johnson, UF/IFAS

Serpiente de Cuello Anillado del Sur/Culebra de Collar (Diadophis punctatus punctatus)

Las serpientes de cuello anillado viven en gran parte del este de los Estados Unidos (Figura 5). Esta serpiente diminuta jamás crece más de 12 pulgadas (30 cm). Tiene escamas lisas y el dorso de color negro o gris oscuro, el vientre anaranjado o amarillo brillante, a menudo con una fila de puntos negros. Como implica el nombre, tienen una banda anaranjada o amarilla alrededor del cuello (Figura 6 y 7). Estas serpientes enrollan sus colas en forma de espiral cuando se sienten amenazadas, son tímidas y se pueden encontrar por debajo de los troncos o piedras en tierras altas húmedas, donde comen gusanos, babosas, salamandras pequeñas, y otras serpientes pequeñas. Son comunes en vecindarios suburbanos.

Rango de distribución de la serpiente de cuello anillado del sur (mostrado en negro, otras subespecies de cuellos anillados en gris).
Figura 5. Rango de distribución de la serpiente de cuello anillado del sur (mostrado en negro, otras subespecies de cuellos anillados en gris).
Credit: Monica McGarrity, UF/IFAS

 

La serpiente de cuello anillado del sur mostrando su forma defensiva típica - note la cola enrollada.
Figura 6. La serpiente de cuello anillado del sur mostrando su forma defensiva típica — note la cola enrollada.
Credit: Steve A. Johnson, UF/IFAS

 

La serpiente de cuello anillado del sur mostrando la coloración amarilla de su vientre.
Figura 7. La serpiente de cuello anillado del sur mostrando la coloración amarilla de su vientre.
Credit: Kenneth Krysko, FLMNH, 1996

Serpiente de Barro Oriental (Farancia abacura)

Las serpientes de barro son comunes en áreas costeras y cuencas de ríos en el sudeste de los Estados Unidos (Figura 8). Pueden crecer más de seis pies (1,8 m) pero son muy dóciles a pesar de su tamaño y no presentan una amenaza para los humanos. Tienen cuerpos gruesos con escamas lisas y lustrosas y una cola puntiaguda (Figura 9). La parte dorsal es negra y el vientre tiene un patrón cuadriculado color negro y rosado — rojizo que se extiende hasta los lados de su cuerpo. Es raro que no tengan su característico pigmento rosado — rojizo y las marcas del vientre son blancas. Estas serpientes son acuáticas y viven en pantanos, lagos, y ríos por todo el sudeste, donde comen salamandras acuáticas.

Rango de distribución de la serpiente de barro oriental (mostrado en negro, otras especies de serpientes de barro están en gris).
Figura 8. Rango de distribución de la serpiente de barro oriental (mostrado en negro, otras especies de serpientes de barro están en gris).
Credit: Monica McGarrity, UF/IFAS

 

La serpiente de barro oriental.
Figura 9. La serpiente de barro oriental.
Credit: Steve A. Johnson, UF/IFAS

Serpiente de Pino Negra (Pituophis melanoleucus lodingi)

La serpiente de pino negra pertenece a un grupo de especies de serpientes que están cercanamente relacionadas (incluyendo otras serpientes de pino, de toro, y de tuzas, o bullsnakes y gopher snakes) que se caracterizan por tener una amplia distribución geográfica. Sin embargo, la distribución de la serpiente de pino negra es relativamente limitada. Estas serpientes tienen escamas crestadas y generalmente tienen el vientre y el dorso negro o marrón oscuro, con un patrón de manchas leves hacia la cola (Figura 11). Además, tienen una escama distintiva de forma cónica en la punta de su hocico como las otras especies de serpientes de pino. Estas serpientes pueden crecer hasta seis pies (1,8 m). Cuando se sienten amenazadas se enrollan y sisean fuerte. Prefieren los bosques de pinos secos con tierra arenosa. Son excavadoras excelentes, y pasan mucho de su tiempo bajo tierra en madrigueras construidas por mamíferos. Se alimentan principalmente de mamíferos, pero a veces comen aves.

Rango de distribución de las serpientes de pino negras (mostrado en negro, otras especies de serpientes de pino están en gris; las serpientes de tuzas y toro están en las líneas cruzadas).
Figura 10. Rango de distribución de las serpientes de pino negras (mostrado en negro, otras especies de serpientes de pino están en gris; las serpientes de tuzas y toro están en las líneas cruzadas).
Credit: Monica McGarrity, UF/IFAS

 

La serpiente de pino negra.
Figura 11. La serpiente de pino negra.
Credit: Kenneth Krysko, FLMNH, 1996

Serpiente Indigo Oriental (Drymarchon couperi)

Las serpientes índigo oriental viven en el sudeste de Georgia, Alabama, y Mississippi, a lo largo de Florida, hasta los Cayos de Florida (Figura 12). Algunos científicos piensan que puede haber dos especies similares de esta serpiente, pero hasta ahora nosotros las tratamos como una sola especie. Son serpientes magníficas con cuerpos gruesos y pueden crecer más de ocho pies (2,4 m) de largo, lo cual las hace la especie de serpiente nativa más grande de Norteamérica (norte de México). Sus escamas son lisas y de un color negro — azulado lustroso, incluyendo su vientre, pero el mentón y la garganta pueden ser de color crema, anaranjado o rojo oscuro (Figura 13). Por lo general, son muy dóciles, pero cuando se sienten amenazadas sisean fuerte y sacuden sus colas, haciendo un ruido parecido al del cascabel si están encima de hojas secas.

Rango de distribución de las serpientes índigo oriental (mostrado en negro).
Figura 12. Rango de distribución de las serpientes índigo oriental (mostrado en negro).
Credit: Monica McGarrity, UF/IFAS

 

Serpiente índigo oriental mostrando la coloración rojiza de su mentón.
Figura 13. Serpiente índigo oriental mostrando la coloración rojiza de su mentón.
Credit: Natalie Hyslop, University of Georgia

Esta serpiente habita bosques de pinos, hamacas, matorrales, y otras tierras altas. Aunque no son consideradas acuáticas, estas serpientes pueden nadar, y utilizan los humedales para comer y regular su temperatura. En las tierras altas y secas, habitan las madrigueras de las tortugas terrestres (Gopherus polyphemus). Estas serpientes son conocidas y respetadas por su habilidad de comer serpientes venenosas como cascabeles, mocasines de agua y cabezas cobrizas. También comen otras serpientes inofensivas, tortugas, roedores y ranas.

La pérdida de hábitat causada por desarrollos humanos y agricultura, la degradación de hábitat por falta de fuego, la colección para comercio de mascotas y otras actividades humanas han causado una reducción significativa en las poblaciones de estas serpientes. Por eso están protegidas a lo largo de su rango de distribución por leyes estatales y federales. Las serpientes índigo oriental han sido catalogadas como especies amenazadas por la Comisión de Conservación, Pesca y Vida Silvestre de Florida desde 1971 y por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los EE. UU., bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción desde 1978, y es ilegal manipular, amenazar, matar, capturar, guardar, o venderlas sin un permiso federal. A pesar de estas protecciones, la pérdida y degradación de hábitat ha continuado la disminución de las poblaciones de esta serpiente. Debe considerarse afortunado si observa a una de estas bellas “serpientes negras” en la naturaleza.

Serpiente Corredora del Sur (Coluber constrictor priapus)

Las serpientes corredoras negras, también conocidas como serpientes corredoras norteamericanas, son un grupo de subespecies distribuidas por todo el este de los Estados Unidos (Figura 14). La corredora negra del sur, junto con varias otras subespecies de corredoras, son conocidas como las serpientes negras verdaderas del sudeste de los Estados Unidos. Estas serpientes son largas y delgadas; la más larga puede alcanzar hasta seis pies (1,8 m), pero la mayoría mide menos de cuatro pies (1,2 m). Tienen escamas lisas y varían entre negro y gris oscuro en el dorso y vientre, con el mentón y garganta de color más claro o blanco (Figura 15).

Aunque las corredoras negras jóvenes son delgadas como las adultas, tienen una apariencia diferente. Los juveniles tienen una serie de manchas marrones por el medio de sus dorsos encima de un fondo gris. También tienen muchas manchas pequeñas y oscuras en sus lados y vientres (Figura 16). A veces, los juveniles son confundidos con la serpiente venenosa cascabel pigmea (Sistrurus miliarius) porque también tienen manchas en el medio del dorso. Las serpientes de cascabel pigmeas son más gruesas y tienen cabezas cuadradas con bandas faciales que van desde el ojo hasta la esquina de la mandíbula.

Rango de distribución de las corredoras negras (mostrado en gris oscuro, y otras subespecies de corredoras negras en gris claro).
Figura 14. Rango de distribución de las corredoras negras (mostrado en gris oscuro, y otras subespecies de corredoras negras en gris claro).
Credit: Monica McGarrity, UF/IFAS

 

Corredora negra del sur (adulta).
Figura 15. Corredora negra del sur (adulta).
Credit: Steve A. Johnson, UF/IFAS

 

Corredora negra del sur (juvenil) - note el cuerpo delgado con manchas rojizas.
Figura 16. Corredora negra del sur (juvenil) - note el cuerpo delgado con manchas rojizas.
Credit: Steve A. Johnson, UF/IFAS

Las corredoras negras no siempre constriñen a sus presas, aunque su nombre científico es Coluber constrictor, usan su velocidad para perseguir su presa, agarrarla con su mandíbula y tragarla viva. Estas serpientes son inofensivas a los humanos y por lo general tratan de escapar rápidamente cuando se sienten amenazadas. Ellas también mueven su cola vigorosamente (causando un ruido encima de hojas secas), pueden defecar en su captor y hasta morder si trata de manejarlas.

Estas serpientes habitan una gran variedad de hábitats desde los bosques de pinos hasta los humedales de los Everglades. Son activas durante el día y son comunes en jardines y parques suburbanos. Como implica su nombre, son rápidas y ágiles. Pasan la mayoría de su vida bajo tierra, pero son trepadoras excelentes y se pueden encontrar en los arbustos y árboles pequeños. Tienen una dieta variada que incluye ranas, lagartijas, ratas, ratones, serpientes pequeñas, y huevos de aves.

Resumen

A pesar de las variaciones en tamaño de cuerpo, uso de hábitat, dieta y comportamiento, la falta de marcas llamativas hace la identificación de las “serpientes negras” del sudeste una tarea difícil. Un observador informado puede fácilmente reconocer el vientre anaranjado de la serpiente de pantano negra o la banda amarilla de la serpiente de cuello anillado, y puede aprender cómo distinguir entre los cuerpos lustrosos y lisos de las corredoras negras y el índigo oriental con los cuerpos ásperos de las serpientes de pino negras y la ratonera negra.

Conocer estas características sutiles puede ayudarle a familiarizarse mejor con las serpientes negras del sudeste de los Estados Unidos.

Afortunadamente, hay una variedad de libros y páginas web con información útil para determinar la identidad de una serpiente venenosa o no venenosa. Estas referencias pueden asistir en el aprendizaje de la ecología de las serpientes nativas, las amenazas que enfrentan, y la importancia de protegerlas. El conocimiento es clave para entender que es incorrecto pensar que “la única serpiente buena es una muerta”, y que por el contrario son una parte vital de los hábitats a los que pertenecen - una lección importante de aprender y compartir antes que sea muy tarde para las especies amenazadas como la serpiente índigo oriental.

Recursos para la Identificación de las Serpientes

Sitios Web

UF Wildlife—Online guide to Florida Snakes https://ufwildlife.ifas.ufl.edu/snakes/florida.shtml

Florida Museum of Natural History—Online guide to Florida Snakes https://www.floridamuseum.ufl.edu/florida-snake-id/

University of Florida EDIS Documents—Venomous Snakes

University of Georgia—Snakes of South Carolina and Georgia https://srelherp.uga.edu/snakes/index.htm

Outdoor Alabama—Alabama Department of Conservation and Natural Resources snake page https://www.outdooralabama.com/reptiles/snakes

Libros y guías

Gibbons, W. and M. Dorcas. 2005. Snakes of the Southeast. University of Georgia Press, 253 pp.

Carmichael, P. and W. Williams. 1991. Florida’s Fabulous Reptiles and Amphibians. Tampa: World Publications. (120 pp.)

Powell R., R. Conant and J. T. Collins. 2016. Peterson Field Guide to Reptiles and Amphibians of Eastern and Central North America. New York: Houghton Mifflin Company, 494 pp.

Also Available in: Español

Peer Reviewed

Publication #WEC449

Release Date:February 19, 2024

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Johnson, Steven A.

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University of Florida

McGarrity, Monica E.

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About this Publication

Este documento, WEC449, es una de una serie del Department of Wildlife Ecology and Conservation, UF/IFAS Extension. Fecha de primera publicación: junio 2022. Revisado en enero 2024. Visite el sitio web EDIS en https://edis.ifas.ufl.edu para la versión actualizada de esta publicación. La versión en inglés de esta publicación está disponible en https://edis.ifas.ufl.edu/publication/UW251.

 

 

About the Authors

Steve A. Johnson, profesor asociado, Department of Wildlife Ecology and Conservation; y Monica E. McGarrity, investigadora senior de Especies Acuáticas Invasoras, División de Pesquerías Interiores, Texas Parks and Wildlife Department; Alejandra Areingdale, comunicadora bilingüe de Extensión; Centro de Educación e Investigación de Ganado de Campo, UF/IFAS Range Cattle Research and Education Center; Miguel Acevedo, profesor asistente, Department of Wildlife Ecology and Conservation;; y Juan Manuel Campos Krauer, profesor asistente, Departamento de Ciencias Clínicas de Grandes Animales,College of Veterinary Medicine y Department of Wildlife Ecology and Conservation; UF/IFAS Extension, Gainesville, FL 32611.

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